Algunos padres, desde un sentimiento altruista, deciden donar la sangre del cordón umbilical de sus hijos, sangre que se usa para trasplantes en casos de Leucemia.
Sin entrar en consideraciones acerca de por qué se necesitan esos transplantes, de las posibles causas de la leucemia y de como esta podría prevenir o tratar de formas alternativas, paso a exponer algunos procesos que se dan inmediatamente después del nacimiento, momento en el cual se recoge dicha sangre.
La circulación Sanguínea del bebé intrauterino es diferente a la nuestra, él recibe el oxigeno y los nutrientes desde la placenta, a através del cordón umbilical. Al no utilizar los pulmones la sangre oxigeneda entra por el abdomen y pasa por el hígado antes de llegar al corazón. En el corazón se comunican la parte derecha con la izquierda, cosa que no pasa cuando son los pulmones los que oxigenan la sangre (lo que nos sucede a todos en cuanto comenzamos a respirar). Esto son algunos ejemplos que pueden servir para hacernos una idea de que, inmediatmente después del nacimiento, el bebé hace unos cambios importantes y complejos con el inicio de la respiración pulmonar.
Al iniciar la respiración pulmonar, se van a cerrar ciertos orificios (se podrían llamar puertas) de los vasos sanguíneos, a nivel abdonimal, a nivel de las arterias que salen del corazón e incluso del mismo corazón, para impedir que la sangre oxigenada de la parte izquierda se mezcle, a partir de ese momento, con sangre que vuelve con residuos de todo el cuerpo a la parte derecha del corazón.
Completar todo este complejo proceso al recién nacido le lleva unos minutos de ajuste, con variaciones de tiempo entre unos niños y otros. Y las personas que atienden el parto pueden tener dos comportamientos básicamente distintos.
*Uno sería el más rutinario actualmente que consiste en que nada más salir el bebé, se le clampa el cordón inmediatamente, cortándolo a continuación, con lo cual se provoca lo que tanto se teme durante el parto, que al niño le falte oxígeno. El bebé al sentir que se asfixia, tiene que respirar, de forma intensa y forzada una primera inspiración profunda que le resulta dolorosa. No hay más que verle llorar para comprenderlo.
*Otra sería no clampar (pinzamiento que interrumpe la circulación) el cordón hasta que por si mismo deje de latir, lo cual sucede naturalmente en unos minutos, cuando se ha completado el proceso del que hablábamos antes y que varia de unos bebés a otros, desde 2 minutos hasta más de 15 en algunos casos.
Lo primero que podemos deducir a partir de aquí es que la segunda conducta és más respetuosa con la naturaleza y con el ritmo del niño. Nunguna mamífera tiene un médico o veterinario al lado para pinzar el cordón y las cosas se dan por sí mismas perfectamente.
Pero no todo queda ahí, en el respeto y en no hacer sufrir al niño innecesariamente. Hay que tener en cuenta que es el primer cambio importante de su vida, la primera respiración y, para bien o para mal, le va a dejar una huella en su psiquismo, sin contar las consecuencias fisiológicas.
Durante esos minutos que el cordón umbilical sigue latiendo, a través de él la placenta sigue enviado sangre oxigenada al/la niño/a, debido a las contracciones que el útero sigue teniendo (la hormona que provoca las contraciones, la oxitocina, en ese momento está a su nivel más alto en la sangre de la madre). Este mecanismo es, por decirlo así, un reanimador fisiológico; si el niño ha estado algo apurado en el momento del nacimiento, debido a una vuelta de cordón o a cualquier otro factor, tendrá más facilidad para recuperarse. Y no solo pasa oxígeno sinó que en esos minutos aumenta la volemia (la cantidad total de sangre que hay en todos los vasos sanguíneos). La explicación es que al expandirse los pulmones, necesita un aporte extra para llenarlos de sangre. El bebè que todavía está conectado a la placenta, tomará la cantidad de sangre que necesite y el que no esté conectado expandirás los pulmones también, pero a costa de coger sangre del resto del cuerpo. Si es un niño sano y maduro lo más que le puede pasar es que se quede algo anémico pero un bebé con dificulatdes se lo habremos puesto mucho más dificil.
Los niños/as hasta aproximadamente los 7 meses, unos antes y otros después están preparados para tomar otro alimento que no sea leche de su madre.
La leche materna es el alimento idóneo (especial para cada niño y para cada momento) para el desarrollo del bebé. Sus ácidos grasos poliinsaturados son los adecuados para el gran desarrollo que experimenta el cerebro en los primeros meses de vida. Tiene células del sistema inmune que lo protegen, al mismo tiempo que es un alimento bajo en hierro comparativamente con otros alimentos y con otras leches, lo cual es perfecto. Si tuviera más hierro, ciertas bacterias proliferarían con más facilidad en el intestino y estaría más expuesto a infecciones intestinales y diarreas.
Es por todo esto que el bebé necesita esos cc (centímetros cúbicos) de sangre de más que le aporta la placenta después de nacer, para que sus depositos de hierro se puedan llenar y tener suficiente para todo el primer año de su vida ya que a partir de aquí es cuando empezará a comer, en serio, otras cosas; esto si le permitimos que sea él el que nos lo pida sin engañarle con artilugios como la batidora o el biberon para sustituir la leche por otros alimentos.
Resumiendo, que para poder recoger la sangre para la donación, es preciso clampar prematuramente el cordón, ya que si no la sangre estaría pasando de forma natural al/la niño/a durante un tiempo, hasta que el proceso quedase ajustado de forma individual. La pregunta es ¿que queremos hacer?
Paloma Rodriguez
Comadrona